"¿Cree usted que si lo pudiera decir con unas cuantas palabras, me tomaría el enorme y brutal trabajo de bailarlo?" (Isadora Duncan)

martes, 26 de octubre de 2010

Moviendo el Carro

Floreció el lapacho rosado de Elizalde (¿era Elizade?), subieron dos centígrados y los hombres surgieron de su letargo como hongos después de la lluvia. Pero las mujeres, o al menos yo, también estamos diferentes. Dos grados más y me cuesta levantarme y me siento perezosa aunque tengo ganas de arrojarme irracionalmente a nuevas aventuras. Como dice Mixmi, he estado agazapada, pero de repente ¡zas!

Ayer, después de otro día anodino en la oficina, me calcé el deportivo y me fui al Rosedal. No me sorprendió tanto, pero había mares de gente. Hasta un idiota que decidió que el medio del circuito es de su propiedad y de las cuatro veces que lo crucé, dos casi me atropella. Hoy voy a ir de nuevo y si puedo le hago una zancadilla.

Cualquier cosa con tal de no llamarlo al francés.