"¿Cree usted que si lo pudiera decir con unas cuantas palabras, me tomaría el enorme y brutal trabajo de bailarlo?" (Isadora Duncan)

jueves, 21 de marzo de 2013

A ver si ahora me animo

Qué notable, diría Bela, mi abuela materna, cuyas sábanas de saten rosa viejo bordadas con sus iniciales, reposan sobre la mesada de mi cocina, esperando mi decisión irrevocable sobre su futuro.

Me echaron de mi trabajo — bastante provocado por mí, debido a que ya estoy grande y no me banco que un pendejo nuevo rico y pretensioso y psicópata me maltrate. Arreglé unos mangos — sólo aquellos con los cuales mi conciencia esta perfectamente en paz, y ahora entonces qué hago. Pues bien, después de pintar mi casa, plastificar el parquet que se levantó por enésima vez al lado de la ventana que va al patio, después de estar casi terminando con chequero medico general, pues hoy, día 21 de marzo, día en que comienza el otoño, día que mi madre cumplía años (hoy habría cumplido 78 si no se hubiera muerto cuando todavía era demasiado joven), pues hoy, inopinadamente hice o estoy haciendo algo que debí hacer hace mucho.

Y eso es encarar sin miedo mostrar mi producción de esculturas al éter y ver què pasa. No sea cosa que la mala suerte se transforme en buena suerte y suceda lo que siempre temí que me pasara. Porque no sabría como manejarlo. Los idus de marzo me sean esquivos. El cosmos siempre me sorprende. Que la suerte venga a mí! Creo poder sobrellevarla. Al menos un poquito.



martes, 12 de marzo de 2013

Nunc Coepi reloaded

Martes de marzo, en el sofá de la casa de mi hermano, mirando el cielo azul, escucho alarmas y una radio lejana, el zoom de los autos y la sirena. Y yo en algo así como un sabático forzado consecuencia de haberle sacado el cuerpo al rumpelstiltskin. Eso sí, habiendo cobrado.


Qué tengo por delante no lo se; sólo intento surfear la ansiedad y los nervios de la falta de estructuras. Confío en que el cosmos me sea propicio y me muestre un camino afín a mi sensibilidad y talento. Si es que lo tengo.

Me gustaría no tener que cumplir un horario, no tener un jefe imbécil que me maltrate ni denueste. Quiero desencadenar mi potencial, perderme en las corrientes de la creatividad, volar como un globo sin piolín.

Ínterim me ocuparé de cuerpo, casa y vehículo. Renovaré festejante y a empezar de nuevo. A ver si esta vez me sale mejor. Como diría mi peor es nada ‘Practise makes perfect’.



Ahora