"¿Cree usted que si lo pudiera decir con unas cuantas palabras, me tomaría el enorme y brutal trabajo de bailarlo?" (Isadora Duncan)

lunes, 19 de julio de 2010

Llueve

Desde la última vez que fui a Londres en invierno, me cambió la percepción. Entendí que la lluvia es necesaria, que no tiene por que ser mala.
Además me tranquiliza naturalmente.
Me pone más reflexiva.
Me suaviza el carácter.
Me hace hablar en voz más baja.
Y más grave.
Me enojo menos.
Además estoy más lucida y con ganas de trabajar.
Además le hace bien al campo y promete buenas cosechas.
Me gusta la luz que traen los cielos grises.
Me inspira. De un modo indeterminado y no focal.
En definitiva, me hace bien.