El propósito subyacente de este blog es intentar escribir los recuerdos que recuerde y las cosas dignas de relatar.
Aunque no he cumplido con aquello de que la inspiración nos ha de encontrar trabajando, me excuso de no haber producido nada.
Otra vez recurro a lo más fácil, las memorias de la niñez. En este caso con la esperanza de que la imagen diga muchas cosas que no puedo expresar, porque como en ese sueño recurrente, tengo la boca tupida de alfileres.
"¿Cree usted que si lo pudiera decir con unas cuantas palabras, me tomaría el enorme y brutal trabajo de bailarlo?" (Isadora Duncan)
miércoles, 23 de marzo de 2011
50 años no es nada
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