Se ha apagado una estrella.
Siempre la recordaré como una mujer regia. Regia en el mejor sentido. No necesariamente linda sino con esa elegancia que se exhuda. Siempre muy bien arreglada. Jamás habría desentonado. Tenía la sabiduría de quien había sufrido pero que también había aprendido sobrellevar el dolor con elegancia. También era buena y amable. Hoy se apagó para siempre. ¿O se habrá sumado al concierto cósmico de la existencia? ¿O habrá simplemente cambiado de dimensión? Donde quiera que esté, ojala sea mejor.
Recuerdo que cuando era chica siempre tuvo unas palabras de aliento respondiendo al llamado de mi madre que no sabía ella misma cómo tratarme/contenerme/ayudarme. Quizá no tuvo tanta suerte con sus propios hijos. Pero fue de esas personas que siempre me encantó ver. Siempre sentía que tenía cosas que aprender de ella, cosas en las que emularla. Y ahora más que antes. Que Dios si existe la tenga en su gloria, que se la merece.
Amén.
Amén.
Buá.
"¿Cree usted que si lo pudiera decir con unas cuantas palabras, me tomaría el enorme y brutal trabajo de bailarlo?" (Isadora Duncan)
jueves, 6 de septiembre de 2007
GodSpeed, Sarita.
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1 comentario:
Hola Cosima,
Cuanto lo siento. Sarita era alguien muy cercana a ti? Las perdidas de ese tipo... son irreparables y nos ensenan mucho
Pallas
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