"¿Cree usted que si lo pudiera decir con unas cuantas palabras, me tomaría el enorme y brutal trabajo de bailarlo?" (Isadora Duncan)

martes, 2 de febrero de 2010

Alto Verano -- otra vez

Esta temporada del año para mí es siempre un poco rara. Recién vuelvo de vacaciones, durante las cuales se supone que uno descansa y se diverte. Lo segundo no siempre. Y debería forzar la descripción para calificar mi corto veraneo de divertido. Eso sí, descansé. Un poco

Pero volver a la gran urbe, que el ritmo sea lento, tedioso y pegajoso no me ayuda a encarar el año. Además es muy temprano para encararlo con bríos. No me dieron ganas aún de hacer mi listita de "dos and don'ts", ni tan siquiera.

Durante esta luna más se me da, a fuerza de sentirme aburrida y ansiosa, hacer macanas. Por ejemplo pasar revista de mis antiguos flings. Hoy almorcé con Alito grande. Alito es un muchachote tano y vehemente con quien somos amigos desde hace casi una docena de años. Tuvimos privilegios pero hace años nos respetamos -- demasiado. Estaba tan buenmozo con su pelo algo largo y peinado para atrás... Mantuvimos un almuerzo interesante, intenso, donde no nos dijimos nada de lo que pensabamos, en aras de la civilidad.

Lo bueno es que me subió un poco la bilirrubina y por ahí me entusiasmo y me pongo un poco a tono a ver si encuentro un huesito o más bien un fémur que me mantenga entretenida por tiempo indeterminado.

4 comentarios:

Rob K dijo...

Estaba alicaida y Alito le dio hálito y alas.

El benéfico efecto de las "old flames".

Cosima dijo...

Acertada observación, Rob. Ni que lo hubiera sabido.


Old Flames ... Parade!

Roedor dijo...

Nunca te arrepientas de lo que no hiciste.

Dele para adelante, life is short.

Igualmente, un old flame no es exactamente lo mismo que un amigo con privilegios.

Cosima dijo...

A esta altura de mi existencia, trato de no dejar de hacer cosas de las que me arrepentiría.

El caso de alito es más old flame que amigo con privilegios. Si es necesaria la distinción.