"¿Cree usted que si lo pudiera decir con unas cuantas palabras, me tomaría el enorme y brutal trabajo de bailarlo?" (Isadora Duncan)

miércoles, 19 de mayo de 2010

Quemar las naves

Esta mañana me sorprendió mi propio malhumor. Al principio lo atribuí a que desde temprano tuve que atender llamadas del viejo continente, con quien nos llevamos 5 horas de diferencia, por lo que a nuestras 9 horas antemeridianas, todos están ansiosos. Después lo atribuí a que en esas conversaciones fueron con dos personas bastante pesadas. Me dolía la cabeza y me tomé un actrón.

Ahora que hice una pausa para almorzar mientras webbeo, tuve un momento de iluminación: anoche soñé con mi madre. Ella me decía en el sueño: "No me digas más 'mamá'. Ahora decime Ana."

Lo interpreto de dos maneras: me rechazaba, ó al fin terminé mi duelo. Las dos cosas son re dolorosas. Pero también tengo una sensación que algo tiene de liberación.

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