A veces me siento como atravesada por una gran falla. Una falla geológica, claro. Pero de las otras también.
Mi vida consiste en hacer equilibrio entre un lado y otro de la grieta. Un pie en el hemisferio derecho y otro en el izquierdo. Muchas veces consigo un módico equilibrio. Pero otras veces siento que me voy a desplomar y desaparecer en la gran falla media. Me gustaría muchísimo dejarme caer en el lado derecho pero necesito tambien tener el pie izquierdo bien afirmado. Al menos para sentirme segura. Aunque me digan que sobrevaloro la seguridad.
Cuando libero la creatividad, el vuelo y los sueños e ilusiones, el equilibrio se arruina. Pero me siento totalmente yo misma, feliz y plena. Me olvido de mí. A veces me siento culpable de haber elegido la seguridad en detrimento de seguir mis sueños a rajatabla. ¿Por qué razón una persona podría moverse en dirección opuesta a sus sueños?
Cuando tomo conciencia de mi precario equilibrio entro en crisis. Sobre todo que como soy amiga de los extremos, me gustaría hacer una palomita doble mortal hacia el lado derecho y que todo me valiera bien poco. Y en ese proceso lo paso mal. Odio tener que trabajar en una oficina. A veces querría tener una lobotomía automática que regularmente me reseteara el cerebro y me liberara de tantos pensamientos amenazantes.
"¿Cree usted que si lo pudiera decir con unas cuantas palabras, me tomaría el enorme y brutal trabajo de bailarlo?" (Isadora Duncan)
sábado, 19 de enero de 2008
El Arte... ¿Es Morirte de Frío?
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