"¿Cree usted que si lo pudiera decir con unas cuantas palabras, me tomaría el enorme y brutal trabajo de bailarlo?" (Isadora Duncan)

lunes, 30 de junio de 2008

Pájaros

Hoy el azar hizo que me rozaran unos mimos inesperados.

Al mediodía mi amiga de la infancia MS me avisó que almorzábamos con TG, otra amiga de la más tierna infancia. Si bien a la primera la veo regularmente, a la segunda no. Fue un momento muy cálido de compartir - aunque algo apuradas para encajar el momento en el horario de almuerzo, limitado para dos de nosotras- un poco de lo que nos anda pasando a cada una.

Después volví a trabajar, y el chofer aprovecha un aparte para decirme que me apreciaba, que soy una mina inteligente y que no descuido detalles, pero que 'hay personas que te quieren perjudicar'. Francamente me rompe bastante la armonía tener que ocuparme del exobjetodemiafecto y el monaguilloimpotente y si bien lo advierto, francamente no tengo ganas, energía o lo que hace falta para seguir combatiendo. si quieren mi trabajo que se lo queden. Má sí.

A media tarde me llama mi tía LE y me dice.

-Cosima?
-Tía.
-Acaba de llamar un señor preguntando por (mi sobrenombre y apellido completo) a mi casa (su apellido de casada no fue impedimento para que me ubicara) y me pidió tu número. Como no sabía quién era y si lo querrías atender porque quizá era un indeseable, le dije que te iba a pasar el telefono para que vos lo llamases. Tenía la voz gastada pero sonaba como un tipo 'bien'.
-...
-...
-Era HE
-¡El Pájaro! ¡No te puedo creer que me llamó el Pájaro!.
-...
-...
-Gracias!! YA lo llamo!


El pájaro es un amigo mío muy entrañable. Trabajamos juntos en Córdoba hace muchos años y nos vemos muy cada muerte de obispo pero tenemos un cariño tierno y gozoso. Lo pasé a buscar por la galería de arte de su hermano y nos fuimos a tomar unos drinks. Repasamos puntillosamente los últimos veinte años. Se vuelve mañana. Volverá a venir el mes que viene. Quedamos en escribirnos y hablar y volvernos a ver en su próxima visita a este gran engendro que es la capital federal. Llevaba colgadas tres cadenitas, con sendas medallitas de un ángel, una virgen, un cardo, una cruz y algo medio étnico. Le dije: parecés uno de esos surfers que están de vuelta. Me dice: Son recuerdos de todas las personas que perdí durante estos últimos años.

Me voy a dormir con el corazón calentito.

By the way, conseguí un 'ringtone' que es el canto de un chimango, guira-guira, urraca o análogo, y si bien para algunos es espeluznante, ahora cuando lo oiga voy a pensar en mi antiguo y querido H.

1 comentario:

Imaga dijo...

Cosima, leerte ahora tan contenta balancea un poco el post anterior.

Me alegro que haya salido un poco el sol.

Besos!
LalaAround