Lo que querría decir lo dice ella mejor y más acabadamente:
Omitir el diálogo del principio.
Enjoy
jueves, 30 de octubre de 2008
A Little Souvenir of a Terrible Year
miércoles, 29 de octubre de 2008
Sin Whisky (que no tomo) (aún), ni faso.
El Solitario de Perelandra, comentador inopinado y reciente, bien supo provocar mi pluma (o mi teclado, lo que es lo mismo) pidiéndome que hable de mi abuela.
Mi abuela paterna fue fascinante y entrañable en partes iguales. Era una mujer de estatura justa. Justa para escaparle a aquello de petisa. No era muy alta, no. No sé si era especialmente bella, aunque decididamente era más bella que fea. Tenía unos ojos amarillos y unas piernas macetonas. Era más bien culona y tenía una nariz y labios finitos, todo lo cual heredé. Era una especie de maga que transformaba todo lo que había a su paso. En la famosa estancia que ocupa el lugar de mi parnaso ideal, había frutales, árboles añosos y nobles, una huerta alguna vez, un matorral de boisamberris como les decíamos de chicos. Alguna vez hubo ruibarbo. Ella todos los fines de verano recolectaba en una canasta de mimbre los higos, ciruelas, manzanas, caquis que tanto le gustaban y hacía mermeladas y conservas. Durante horas hervía frutas y azúcares en grandes ollas de puchero en un pequeño office que quedaba en un paso de atrás adelante de la insigne casa con forma de 'U'. Además en el jardín que quedaba en el centro de la 'U' hay un aljibe de mármol blanco, y hierro forjado, con un balde lleno de tacos de reina con cuyas hojas a veces hacía un mojito de mayonesa para ponerle a las tostadas que luego se tomaban 'los grandes' con los copetines. A mi abuela le encantaba el Gancia. Era una mujer que disfrutaba mucho de las cosas aunque era también bastante medida, sobria. Cuando llegaba la temporada señalada se la veía temprano o a la hora del ocaso dando vueltas alrededor de sus rosas. Las podaba, injertaba, fumigaba (con su delantal, sus guantes de cuero, su sombrerito y su calzado ad-hoc). Era algo que se tomaba con mucha seriedad. Y pronto después su vergel compensaba sus cuidados con unas rosas tan lindas como nunca más vi en mi vida. Decían de ella que tenía hormigas en el culo. Y la verdad es que raramente estaba ociosa, a menos que el ocio implicara sentarse con sus queridos a oírlos, hablarles… Derrochaba amor y cariños, aunque también hacía sus brutales diferencias. Creo que conmigo por ser la hija mayor de su hijo mayor tenía una debilidad mal disimulada. Yo francamente la adoraba. Pero sus 30 y pico de nietos la adoraban por igual. Otro recuerdo imborrable de mi abuela era verla andar en bicicleta a la edad que muchas mujeres están muertas, y cuando me pasaba a buscar en su Fitito celeste que, para mí, entonces, era el colmo del glamour.
Antes de que mi abuela viviera en esta famosa casa, su madre, la antigua bisabuela regia, y sus muchos hijos habían vivido y veraneado allí durante muy largo tiempo. Recuerdo que en el cuarto del medio estaba Tío L y su mujer I. Me encantaba verlo al tío L sentado en las sillas de playa que ahora les dicen de director, a la sombra de una Santa Rita ofensivamente fucsia. En el cuarto de la punta, moraba el tío H, con sus camisolas, patines de cuatro ruedas, y amigos actores que para nosotros entonces algo eran extravagantes aunque definitivamente excitantes. Quizá de los hermanos de mi abuela sobresalía la tía MariaK, creo que su única hermana mujer, con quien se complementaban súper bien. Era esta tía muy alegre, le encantaba divertirse, disfrazarse, organizar fiestas, poner mesas con todos los objetos bellos posibles, y siempre alentándonos a disfrutar de las cosas 'mientras haya'. Muchos veranos me mandaban a su casa en un campo vecino, con el pretexto de que estudiara historia con mi prima su nieta de mi edad, yo vaga y ella medio tronca. Mi abuela tenía en común con sus hermanos una cierta facilidad y felicidad de vivir, en un sentido que hoy para mí es casi extraño. Cuesta encontrar gente que viva tan bien, tan en armonía con todo, en una vida tan luminosa, llena de color, perfumes, sensaciones agradables. Mi abuela solía decir -como en un oscuro e insensato presagio- que tenía miedo de ser tan feliz.
Los veranos eran virtualmente eternos (mi padre nos pasaba a buscar por el colegio el último día de clases, con los uniformes puestos, y nos cambiábamos en el auto camino al campo) donde pasábamos de un campo al de al lado visitando parientes y más parientes. Volvíamos a la civilización, al colegio y a la ciudad prácticamente salvajes, pero habiendo vivido una vida soñada. Fui muy afortunada de haber tenido una infancia así.
Otro lujo privado que teníamos ella y yo eran los domingos en que me iba a dormir a su casa en Buenos Aires, no sé bien el motivo más allá de que a ella le gustaría mi compañía, pero en teoría era porque me quedaba cerca del colegio. Disfrutaba despertarme e ir a desayunar el café instantáneo que en principio, odiaba. Hasta eso provocaba ella.
Hasta aquí todos recuerdos gozosos.
Como la vida es tan rara, unos lustros más tarde todo cambió. Los detalles no los quiero recordar. Mi abuela pareció decir adiós mentalmente, y desconectarse ipso facto, y murió hace poco, después de muchos, muchos años de convalecer de parkinson, demencia senil y otras porquerías.
Neura du jour: El Tiempo, La Inspiración, Las Estaciones, mi abuela, Mi Infancia y Mis recuerdos, Mis Abuelas, placeres, vacaciones
Sooth My Soul, Mend My Mind
Siempre fui amiga de las ideas rotundas. Este tiempo ya largo que vengo estuchando mucha música escandinava, y escocesa, independiente, que tanto bien me hace al alma, y tanta inspiración me provee, me hace adherir a aquella cita que dicen es de Niestzche, que la vida sin música sería un error.
Por eso me gustaría compartir una serie de mis artistas favoritos. Por si a alguien le copan también. Todo empezó cuando aquel blogger y visitante de mi blog, Roedor, me recomendó varios tipo "The Clientele". Agarré la punta del ovillo y aquí está mi colección Deluxe Top Max Hop Pep Hip:
Ane Brun
Hanne Hukkelberg
Sinta Nordenstram
Thomas Dybdahl
Jens Lekman
The Whitest Boy Alive
Erlend Oye
Kings of Convenience
Sondre Lerche
Keren Ann
Alexi Murdoch
Ed Harcourt
Nick Drake
PJ Harvey
Estelle
Imogen Heap
José González
Benjamin Biolay
Nouvelle Vague
John Martyn
Emilia Torrini
Feist
The Radio Department
Cat Power
Phoenix
Teitur
Gorky's Zygotic Mynci
Qué raro. Yo pensé que mi blog iba a ser basicamente una descarga neurótica y se podría decir con bastante propiedad que es de música. Lo bueno es que para mí tiene sentido, ya que cada canción que posteé, cada alusión que hice, cada cita, cada nota, estaba en perfecta consonancia con aquella cosa que no podía expresar acabadamente. Como me sucede tan a menudo. Y como dice ese www.astro.com que se me ha dado por visitar, y que describe la dificultad (o al menos la sensación) de comunicarse de los de mi signo, ascendiente, etc.
martes, 28 de octubre de 2008
Aprendiendo a Bailar II
Esta es otra de las piezas que surcaban los veranos estivales en la vieja estancia con olor a rosas donde aprendí a fumar, bailar, y todas las cosas chanchas a una tierna edad.
lunes, 27 de octubre de 2008
Aprendiendo a bailar
Qué vueltas tiene la vida. Y lástima que tengamos (al menos yo) bastante mala memoria.
De mi infancia quizá el recuerdo más grato - dentro del capítulo de las vacaciones en el campo - eran las fiestas del polo que se hacían a fin del verano, cuando iba terminando la temporada.
En aquellas fiestas se daba cita lo más granado de la zona sur-bonaerense-costera. Todos nos emperifollábamos con pantalones de hilo, soleros de diseños a lo Emilio Pucci, sombras verdes y celestes. Los hombres con pantalones blancos y mocasines sin medias, camisas rosas o de colores infrecuentes, ricos perfumes, vasos de cristal con hielo, copetines, música, guitarreadas, bailes y cielos estrellados. Y por supuesto la fragancia de las rosas cuidadas con tanto amor por nuestra abuela.
En esas ocasiones los 'grandes' nos dejaban disfrutar por un rato de aquellos saraos. Por un rato. A una 'hora decente' nos mandaban a la cama, orden que porsupuesto ignorábamos religiosamente, para ocupar puestos atrás de las columnas, laureles, y otras plantas. Antiguamente nos apostábamos en la buhardilla y espiábamos por las rendijas del piso de madera cómo las parejas jóvenes se besaban, ante la aprobación de las parejas más grandes (aunque no delante de los chicos).
Todavía hoy cuando escucho canciones como ésta, una fuerza invisible y poderosa me retrotrae en las décadas y me inunda un placer no pequeño.
martes, 21 de octubre de 2008
Para muestra basta un botón.
Hoy fui protagonista de un fallido tan alevoso, que me reí de mí misma hasta casi arrojar las entrañas.
Tengo este amigo, llamémosle Wolfi. Aunque tiene también nombre de ángel. Si bien vivía en mi mismo edificio cuando yo tenía entre 18 y 25 años más o menos, no lo recuerdo de esa época. Por las vueltas de la vida, terminé trabajando con él. De aquella época recuerdo su brillante mente y su agudeza, como así también su sarcasmo y su cualidad astringente.
Con motivo de la muerte de mi madre, me mandó un mail cuyo asunto anunciaba 'No sé qué decirte'. Me dijo que quería verme. Le dije que más adelante, que no estaba de ánimo para socializar. Esta mañana temprano me manda de nuevo un mail:
Él: ¿Almorzamos hoy? ¿En el Sushi Club a las 13:15 hs?
Yo: ¡Acepto!
Si bien él contestó 'nos vemos' yo elegí inconscientemente leer de nuevo el texto que había puesto originalmente en el asunto ('No sé qué decirte') y le repliqué:
Yo: ¡No se requiere respuesta! Nos vemos ahí. Ya me hiciste reír. Y no es muy fácil estos días.
Él: 0k. No te respondo más.
Yo: Me colgué. Volví a leer lo de ‘no sé qué decirte’ del asunto y pensé que me habías contestado eso. Ando en modo condicional. Soy inimputable
Él: No quiero contradecirte.
Creo que queda clarísimo que si no fuera porque ya está tomado, sería la horma de mi zapato.
jueves, 16 de octubre de 2008
Constipación y Concordia
Tengo un hueco en el trabajo y un corcho en el corazón. Cuando tengo ratos en que amaina el trabajo me inunda una marea de pesar que no logro metabolizar. Siento que no me dejan hacer mi duelo. Que la vida continúa. No se suspende como debería, de haber perdido a alguien tan vital, central. Todo continúa. Es más, te presiona y te arrastra como una riada. Y yo quiero llorar y llorar hasta que se me acaben las lágrimas. Pero no me dejan y tampoco me sale. Tengo una pena encerrada que me hace juntar una presión insoportable.
Qué cara es la falta de ataduras.
Qué importante la concordia con los que amo.
Todo pasa.
Pasará.
Pero todavía no.
viernes, 10 de octubre de 2008
Para Mixmi y todos los que lo miran por Blogger
Y de paso, Mixmi, si querés llorar, llorá.
Ne me quitte pas
Il faut oublier
Tout peut s'oublier
Qui s'enfuit déjà
Oublier le temps
Des malentendus
Et le temps perdu
A savoir comment
Oublier ces heures
Qui tuaient parfois
A coups de pourquoi
Le coeur du bonheur
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Moi je t'offrirai
Des perles de pluie
Venues de pays
Où il ne pleut pas
Je creuserais la terre
Jusqu'après ma mort
Pour couvrir ton corps
D'or et de lumière
Je ferai un domaine
Où l'amour sera roi
Où l'amour sera loi
Où tu seras ma reine
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Je t'inventerai
Des mots insensés
Que tu comprendras
Je te parlerai
De ces amants là
Qui ont vu deux fois
Leurs coeurs s'embraser
Je te raconterai
L'histoire de ce roi
Mort de n'avoir pas
Pu te rencontrer
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
On a vu souvent
Rejaillir le feu
D'un ancien volcan
Qu'on croyait trop vieux
Il est paraît-il
Des terres brûlées
Donnant plus de blé
Qu'un meilleur avril
Et quand vient le soir
Pour qu'un ciel flamboie
Le rouge et le noir
Ne s'épousent-ils pas
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Je ne vais plus pleurer
Je ne vais plus parler
Je me cacherai là
A te regarder
Danser et sourire
Et à t'écouter
Chanter et puis rire
Laisse-moi devenir
L'ombre de ton ombre
L'ombre de ta main
L'ombre de ton chien
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas.
ó en Castellano:
No me dejes
Hay que olvidar
Todo se puede olvidar
Lo que ya se fue
Olvidar el tiempo
De los malos entendidos
Y el tiempo perdido
Para aclararlos
Olvidar esas horas
Que mataban a veces
A golpes de porqués
al corazón de la felicidad.
No me dejes,
no me dejes,
no me dejes,
no me dejes
Yo te ofreceré
perlas de lluvia
venidas de países
donde no llueve.
Yo escarbaré la tierra
Hasta después de mi muerte
Para cubrir tu cuerpo
De oro y de luz
Yo haré un reino
Donde el amor será rey
Donde el amor será ley
Donde tu serás reina.
No me dejes,
no me dejes,
no me dejes,
no me dejes
no me dejes
Yo te inventaré
Palabras locas
Que tu comprenderás
Yo te hablaré
De esos amantes
Que han visto por dos veces
Arder sus corazones.
Yo te contaré
La historia de un rey
Que murió por no haber
Podido encontrarte.
No me dejes,
no me dejes,
no me dejes,
no me dejes
Se ha visto a menudo
Resurgir el fuego
Del antiguo volcán
Que se creía demasiado viejo.
Existen tierras quemadas
Que dan más trigo
que un mejor abril
Y cuando viene la noche
para que un cielo arda
El rojo y el negro
¿Acaso no se unen?
No me dejes,
no me dejes,
no me dejes,
no me dejes
no me dejes
No voy a llorar
No voy a hablar
Yo me ocultaré
Para mirarte
bailar y sonreír
Y escucharte
cantar y después reír
Déjame volverme
La sombra de tu sombra
La sombra de tu mano
La sombra de tu perro
No me dejes,
no me dejes,
no me dejes,
no me dejes.
http://es.wikipedia.org/wiki/Ne_me_quitte_pas
jueves, 9 de octubre de 2008
Papote/Tisoler Barbudo
Hoy hacen 30 años de la muerte de nuestro padre. Era muy chica cuando murió y mis recuerdos a veces se desdibujan, pero me gusta recordar, entre otras cosas, su predisposición dionisíaca y su amor por las palabras.
Le gustaba usar la forma tipo 'alégrome mucho', y palabras para mí en aquel entonces, viejas como por ejemplo, decirle capa de goma al impermeable, cartera a la billetera, y otras. A su primogénita, por ejemplo le gustaba llamarla 'manzanita', 'mi rubia peroxyde', entre otras.
Además se murió el mismísimo día que Jacques Brel, me vengo a enterar.
miércoles, 8 de octubre de 2008
Elecciones
Hoy mientras intento ponerme en orden con el trabajo y trato de involucrarme con temas que no me pueden importar menos, aunque trato de hacerlos igualmente bien, me llegó al escritorio, de regalo por mi cumpleaños, una orquídea blanca.
Siempre coqueteé con tener una orquídea blanca aunque; como me pasa con los relojes y con los hombres, elijo tanto que no me decido.
¿Será una señal?
(Cómo me encantaría creer en las señales, pero en este estado, ¿no sería muy beneficioso para el alma hacerlo? Sí.)