"¿Cree usted que si lo pudiera decir con unas cuantas palabras, me tomaría el enorme y brutal trabajo de bailarlo?" (Isadora Duncan)

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Primeras Veces II

El casamiento del sábado pasado tuvo colorido y la nota interesante indispensable para que la pasara bien y proyectó unas imágenes muy fugaces en mi mente.

El 80% de la gente eran, refrescantemente, amigos de los novios. Pero siempre existe lo que antiguamente llamaban el zócalo negro, o sea las personas mayores vestidas de ídem que se sentaban alrededor de la pista de baile, observando a las generaciones más jóvenes desfilar, bailar y llevar a cabo los rituales para ellos ahora tan incomprensibles como atractivos (¿por qué todos se pusieron en cuclillas al son de una canción en particular para ir elevándose gradualemente y terminar saltando casi sin control?) El zócalo negro ahora es mucho menos luctuoso pero no por eso menos anciano. No había seres humanos menores a 18 años.

Recuerdo bastante bien la primera fiesta que fui. Se casaba una prima segunda que se llamaba igual que yo. No entendía por qué tenía que ir, si yo apenas me acordaba de ella. Pues en esa época de la vida uno no tiene idea de casi nada, y menos aún de qué debe ponerse. Menos aún para un casamiento. De una prima lejana. Es más uno no sabe ni cómo es un casamiento, más allá de que la novia tiene un vestido blanco largo.

Pues mi madre diseñó y confeccionó con sus propias manos y la ayuda de Elisa (que en realidad se llamaba Gumersinda) un atuendo regio en sentido estricto. Se componía de

*blusa de seda natural color marfil con cuello 'bebe' de encaje de bruselas y mangas abullonadas con elásticos en los puños con más volados en los puños, rematados por más encaje, esta vez de chantilly;
*jumper de terciopelo (no pana) verde inglés con breteles gruesos con botones ad-hoc
*medias can-can blancas;
*zapatos de charol de Niké que en aquella época sería una zapatería elegante (pero que las de mi generación considerábamos una cursilada si nombre);
*peinado lacio raya al costado con moño blanco tirante todo conseguido sobre un brushing innecesario;

Todo esto suena quizá bastante lindo pero el contexto lo destruyó. Yo tenía 13 años, muy escasa estatura (igual que ahora, bah) y soñaba con las túnicas hippies que usaban mis primas y me gustaba bailar James Taylor, Carly Simon y Stevie Wonder especialmente 'Isn't She Lovely'.

Esa fue la primera vez que me di cuenta cuán aburridos son los casamientos.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Maite, mi niña de 4, pagaría lo que no tiene por vestirse así...¡queremos fotos!

Se lo pido desde el "zócalo renegrido"

Anónimo dijo...

yo me aburrí en mi propio casamiento!
we jeje

Tommy Barban dijo...

El casamiento más divertido al que fuí fue el de mi mamá y llegué desnudo adentro de su panza; desde entonces fue todo cuesta abajo en esa materia.

Anónimo dijo...

pero me imagino que al ano o a los dos mas ya elegias vos la ropa, no?
Yo tuve casamientos muy divertidos e interminables.
Y otros que no sabes por donde escaparte. Lo que siempre odie fue lo del ramo y lo de las ligas con la tipica musica de 9 weeks and 1/2
siempre me escondia en el baño.

Bombón Asesino dijo...

No soporto ir a casamientos, pero por suerte los que fui invitada los cuento con los dedos de las manos.

Danixa Laurencich dijo...

yo me quiero casar y usté?

Cosima dijo...

Tarde pero seguro:

Brasil, creo que felizmente no hay fotos del equipette de ... paje? paja? jajaj.

Mixmi gracias por venir.

Tommy, long time. Lo que más te divirtió fue ir desnudo no?


Pops, a esa altura ya me dejaban elegir la ropa, pero esta fue demasiado solemne para dejarla a mi criterio. En esa epoca no habia ni liga ni 9 1/2 semanas. Era más aburrido aún.