Cuando llega el otoño (y claramente llegó hace una semana) mi ánimo se aplaca y me dan ganas de hacer fuego con las hojas caídas -las virtuales. Es un tiempo propicio para un cierto renacer.
"¿Cree usted que si lo pudiera decir con unas cuantas palabras, me tomaría el enorme y brutal trabajo de bailarlo?" (Isadora Duncan)
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3 comentarios:
¿¡O sea cerrás el blog!?
No! Sólo mentalmente!
Llegó el otoño? Dónde?
No me enteré...
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