Como anunciaba el farolero, protagonista de los actos del colegio y de mis sueños recurrentes, en mi vida hoy, todo está en calma y sereno.
Cualquiera estaría feliz. Pero yo no. Yo soy buena para las tormentas, los problemas, las crisis y las tragedias. Para la vida normal, tranquila, fluida y sin novedades no sirvo. Me aburro, la cabeza me funciona en falso, me siento confinada y se me ocurren dos mil cosas para hacer, todas malas ideas.
Ayer fui a un evento lleno de gente de embajadas y me divertí bastante. La de Nueva Zelandia era una chica que transmitía un poco de pena por sí misma; la de la embajada de Guatemala parecía la mitad de su edad probablemente debido a su gen japonés; la de la unión europea, una estirada; la de Marruecos linda y elegante, un poco tímida y se tragaba las 's' y me contó que en la embajada tienen una pileta, pero como son musulmanes no la pueden usar las mujeres. También que un día ella se apareció con unos pantalones de cuero y el embajador le dijo que parecía una amazona y que no era vestuario para una embajada. Me quedé con ganas de más.
"¿Cree usted que si lo pudiera decir con unas cuantas palabras, me tomaría el enorme y brutal trabajo de bailarlo?" (Isadora Duncan)
miércoles, 30 de abril de 2008
Todo Está En Calma Y Sereno
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 comentarios:
Quiero conocer a la de New Zeland.
No tenía tarjeta, pero le di la mia; en cuanto aparezca, te hago gancho ;)))
Publicar un comentario