Ayer fuimos una vez más a la casa de nuestra madre. El objetivo buscar documentos y avanzar en empezar a vaciar la casa. Todo transcurrió fluidamente hasta que me topé con el cajón del material de traducción. Era una traductora pública y había trabajado en grandes empresas, casi todas industrias bastante pesadas y duras, desde dragado de puertos, hasta centrales nucleares, pasando por un mundial, varios estudios de abogados, lineas aéreas, agencias de noticias internacinonales...
Me tomó por sorpresa encontrar, en la pila de glosarios, un cuaderno con notas manuscritas. Toparme con su caligrafía alta, algo apretada, un poco torneada, orgullosa y esmerada, fue como si me hubiese caido un meteorito en la cabeza. Quizá asociaba a mi madre a la traductora, por sobre todos sus otros roles de madre, esposa, amiga (de los demas), persona sociable, etc. etc.
Creo que la definió su manera de entregarse a su vida con pasión y sentido de la tragedia abrevadas en su amado Wagner y sus obras. Muchas veces pienso que era una persona que difícilmente se la pudiese considerar indiferente. Se arrojaba con pasión a las cosas que encaraba. A su trabajo, a la risa, a cuidar a su marido enfermo y convalesciente como si fuera una heroína de las peliculas del año 5O - como esas enfermeras que curaban a los soldados de guerra con un sentido muy romántico del amor y del dolor. Creo que la definió su honestidad. Brutal. Radical. Extrema.
"¿Cree usted que si lo pudiera decir con unas cuantas palabras, me tomaría el enorme y brutal trabajo de bailarlo?" (Isadora Duncan)
sábado, 14 de marzo de 2009
Hoy tiré viejas hojas/de esas que hablaban del pasado....
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4 comentarios:
Abrazo!
Muchas gracias!
Coincidentemente, fuiste el visitante 9000 !
ah... entonces otro abrazo!
las letras de nuestras personas...
Un beso
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