Pareciera que las aguas se van aquietando. Fue demoledor. Nunca me sentí así, o casi. Las obligaciones de la vida lentamente nos fuerzan a volver a poner los pies sobre la tierra.
Una sola cosa tiene positivo el dolor de lo inexorable. Y es la íntima convicción de que hay cosas que no son más para siempre. Nunca volverán.
Me llevo mejor con la certeza que con la duda.
"¿Cree usted que si lo pudiera decir con unas cuantas palabras, me tomaría el enorme y brutal trabajo de bailarlo?" (Isadora Duncan)
jueves, 16 de abril de 2009
Riada
Neura du jour: el consuelo, el dolor, el miedo, El Tiempo, Todo Sobre Mi Madre, What The **** Do We Know
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