Qué notable, diría Bela, mi abuela materna, cuyas sábanas de saten rosa viejo bordadas con sus iniciales, reposan sobre la mesada de mi cocina, esperando mi decisión irrevocable sobre su futuro.
Me echaron de mi trabajo — bastante provocado por mí, debido a que ya estoy grande y no me banco que un pendejo nuevo rico y pretensioso y psicópata me maltrate. Arreglé unos mangos — sólo aquellos con los cuales mi conciencia esta perfectamente en paz, y ahora entonces qué hago. Pues bien, después de pintar mi casa, plastificar el parquet que se levantó por enésima vez al lado de la ventana que va al patio, después de estar casi terminando con chequero medico general, pues hoy, día 21 de marzo, día en que comienza el otoño, día que mi madre cumplía años (hoy habría cumplido 78 si no se hubiera muerto cuando todavía era demasiado joven), pues hoy, inopinadamente hice o estoy haciendo algo que debí hacer hace mucho.
Y eso es encarar sin miedo mostrar mi producción de esculturas al éter y ver què pasa. No sea cosa que la mala suerte se transforme en buena suerte y suceda lo que siempre temí que me pasara. Porque no sabría como manejarlo. Los idus de marzo me sean esquivos. El cosmos siempre me sorprende. Que la suerte venga a mí! Creo poder sobrellevarla. Al menos un poquito.
"¿Cree usted que si lo pudiera decir con unas cuantas palabras, me tomaría el enorme y brutal trabajo de bailarlo?" (Isadora Duncan)
jueves, 21 de marzo de 2013
A ver si ahora me animo
Neura du jour: And Now What, El Arte, el miedo, just freaking do it, La Inspiración, La Libertad, Las Estaciones, Me Siento Bien
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