En qué momento que no recuerdo, pasé de ser una rebelde sin causa a una hiperadaptada, no lo sé. No fue un punto concreto sino mas bien un proceso. Pero por suerte para mí, cada tanto me saltan los tapones, o las resistencias o los coágulos, amarras, o lo que fuese, y pego un volantazo y, como hoy, decidí que no iba a trabajar. No me sentía muy bien, las hormonas me engañaron, me dolía la cabeza y preveía un día medio entre funesto y nefasto por lo que, haciendo gala de mi bien ganada experiencia, opté por quedarme en mi covacha, guardando la ropa de verano y sacando la de invierno. Haciendo 'orden cerrado' como diría mi amigo el Pájaro Epinosa.
En ocasiones como estas me doy cuenta de la cantidad de horas que empleo en mi empleo y me da una especie de náusea de calcular haberle dedicado tantas. En detrimento de mis verdaderos intereses, claro. Me coloco al borde de la tentación de pensar qué habría sido de mi vida si no me hubiera dedicado a trabajar en alma y vida, pero resisto. Nada como la falta de opción para simplificar la vida.
Hoy, pues, escuché horas y horas de indie pop, partiendo de la base de las recomendaciones brillantes de Roedor, y siguiendo de allí en www.last.fm, que me ha ido derivando por música noruega, sueca y nórdica en general, algún oriental llamado Cornelius, unas chicas mágicas como Imogen Heap, Inara, y otras. Para rematar el día me voy al taller de escultura a ver qué sale. Seguro algo bueno.
"¿Cree usted que si lo pudiera decir con unas cuantas palabras, me tomaría el enorme y brutal trabajo de bailarlo?" (Isadora Duncan)
martes, 15 de abril de 2008
Me C---- En La Tapa del Piano
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2 comentarios:
seguro, que sí...
y que lo termines mejor Cosima!!!
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