Primer acto: Invitación a comer a casa de Tío en barrio Norte.
Segundo acto: me preparo remotamente, saliendo con tiempo, habiendo comprado cospeles para el estacionamiento. Arribo a zona, compro de antemano en ticket en la máquina ad-hoc, doy tres vueltas a la manazana y al no conseguir lugar me estaciono doble mano con balizas sobre Peña a esperar a que se produzca un lugar. Pasan más de 20 minutos.
Tercer acto: un peugeot 206 modelo antiguo se me pone atras con balizas. Cambia de opinion. Se me pone adelante. Se libera un lugar. Atina a estacionar, cuando lo intercepto. Me bajo del auto y le digo que como bien vio, yo estaba primero. Me dice que la cuadra no es mia. Le digo que no, pero que es una cuestión de civilidad. Se encoje de hombros. Le solicito que tenga a bien retirarse ya que corresponde que me ceda el lugar ya que sino equivaldría a colarse en una fila.
Cuarto acto: se retira renuente. Estaciono, feliz con la victoria. Cruzo al quiosko a pagar mi deuda de 2,4O por cospeles comprados anteriormente. Veo sugus. Compro sugus. Cruzo calle. Veo Individuo del Peugeot todavía esperando lugar. Le ofrezco sugus. Se abstiene. Insisto. Afirmo que por favor. Se niega más o menos amablemente. Le digo "al menos uno rojo". Acepta. Le dí las gracias y me fui cantando bajito.
Espero que no me haya hecho un rayón.
"¿Cree usted que si lo pudiera decir con unas cuantas palabras, me tomaría el enorme y brutal trabajo de bailarlo?" (Isadora Duncan)
miércoles, 20 de enero de 2010
Me parece que me faltaron vacaciones
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2 comentarios:
A esa clase infame de energúmeno, ni justicia, como decía el General...
Los Sugus están out of the question...
NO importa que le haya dejado el lugr. Lo que vale es la intención.
Jjá!
Por mi salud mental y física, aún a pesar del 'soberano', intento no pelearme con el porteño promedio en cada ocasión que se me presente.
Pero si fuera porla intención, asesinaría a varios a mansalva.
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