"¿Cree usted que si lo pudiera decir con unas cuantas palabras, me tomaría el enorme y brutal trabajo de bailarlo?" (Isadora Duncan)

martes, 29 de julio de 2008

Matasanos

Claramente no tengo nada interesante sucediendo en mi vida. Como una buena peronista (sic) mis días transcurren de casa al trabajo, del trabajo al la clínica, de la clínica a hacer gestiones, de ahí a casa y vuelta a empezar.

Me he vuelto una experta en la organización del tiempo y los recursos aplicados al gerenciamiento de la crisis.

Ahora, mis conversaciones son un opio, mi humor es bastante escaso.

Encima ayer mi peor es nada F, me dejó pagando cuando tuvo que ir a socorrer a SU madre quien también estaba necesitada de ayuda porque la afanaron los choros.

Ergo. Lo unico lindo para registrar que se me ocurre es los médicos cirujanos y clínicos y otras calañas de este hospital universitario. Helo aquí.

En el primer lugar del ranking está el Dr. Matías. Alto, flaco pelito lacio más bien claro, tez oscurita, ojos verdes, parco como la mierda, con su ambo verde desteñido y mirada un poco torva.

Segundo y honroso lugar, Dr. S, alto, hombros anchos, se balancea un poco al caminar, tez clara, pelo oscura, algo ñato, con barba, cara y expresión de osito de pelouche, especial para la mesita de luz. Porta pantalon blanco con delantal blanco pero abajo un sweater escote en V (¡rojo!)sin nada abajo y algunos pelitos sobresalen del escote como saludando.

Tercero y no es joda, El Dr. Lancelot. también alto, algo negrito, pelito así como de joven, mirada soñadora pero firme. Como para un verano aburrido. Cercano, accesible.

Cuarto y no es poco, el Dr. digámosle Manolo, no muy alto, fornidito, reconcentrado, masculino, menos bola a nadie no le puede dar, pero adoro ver cómo su foco está en lo que tiene que estar y nada mas. Siempre me gustaron los hombres reconcentrados y tímidos.

También hay una cohorte de médicas jóvenes y atractivas pero eso se lo dejo a mi hermano. Sobresale para mí la Dra. Julieta, alta, grandotota, con una mata aérea de rulos que moriría por tener. Es como la madre tierra, la madre de la humanidad. Una maravilla cálida que hace que las malas noticias no te hieran de muerte.

Tanto Disfrutar viendo series médicas como House, MD ó Grey's Anatomy ahora tengo mi propio reality-show y hasta formo parte del casting.



3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay algo que debo decirte con respecto a los hombres de blanco : los sufro casi cotidianamente, en este caso soy la paciente y te cuento...hay algunos que me irritan , uno me calma , el resto me va a matar de aburrimiento pero si te refugias de vez en cuando en Haendel o en Cernuda (Sabines o Cavafis tambien se aceptan...Mozart puede ser...)la cosa mejora. Y para bien o para mal, todo termina.....sè que es un pobre y torpe consuelo pero es lo mejor que tengo. Suerte...!Soy Lujanmorteo.

Cosima dijo...

Hola Lujan!

Lejos de ser pobre y torpe me mandaste un consuelo cálido y sincero. Gracias!

Te deseo lo mejor y seguiré tu consejo!

Suerte!

Anónimo dijo...

si, yo no sé si es por cuarentona viejerda o qué, pero me parecen todos unos bombonazos!

(el de ojitos verdes es mortal)